Una carta de agradecimiento a mis amigos
Una carta de agradecimiento a mis amigos
Gracias por hacerme sonreír cuando estaba desanimada y sentía que mis días se arrastraban por la misma historia una y otra vez.
Siempre recordaré los chistes que ensayabas sólo para animarme y la verdad brutalmente honesta que me dabas cuando los necesitaba. Gracias por venir a mi casa sin invitación y obligarme a salir contigo un fin de semana cuando lo único que quería era dormir todo el día y tumbarme en mi cama.
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Gracias por darle color a mi mundo que poco a poco se estaba convirtiendo en blanco y negro
Gracias por recordarme siempre que la agonía no va con mi personalidad, y por gritarme que mantuviera mi corazón intacto.
Gracias por todos los momentos divertidos que compartimos. No creo que vuelva a tener el mismo conjunto de amigos de buen corazón que lloran por los finales de las películas de Disney. Gracias por las horas que pasamos adueñándonos del mundo. No sé si volveré a encontrarme con unos amigos tan maravillosos, de piel gruesa, que estallan en risas incontrolables en las cafeterías y a los que no les importan las miradas gélidas de la gente que nos rodea.
Gracias por las aventuras que me ayudaron a demostrarme a mí misma que soy más fuerte de lo que imaginaba. No sé si alguna vez conoceré a amigos de espíritu valiente que arriesgan su vida sentados en la punta de un acantilado por unas buenas fotos de Instagram, que exploran las profundidades de un océano por una experiencia única, que se sumergen a territorios desconocidos por la emoción.
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Gracias por enseñarme a vivir una vida digna de ser recordada.
Gracias por ser la misma persona cuando corremos el uno con el otro en una tienda de comestibles, incluso después de un tiempo realmente largo que no hemos hablado. Gracias por hacerme sentir lo mismo cuando pronuncias bien mi nombre o mi apodo; aunque haya pasado un par de años desde la última vez que lo pronunciaste. Gracias por hacerme sentir querida y desenfadada después de una rápida puesta al día contigo.
Has hecho que me dé cuenta de que la vida no sólo consiste en encontrar un propósito, o en buscar a tu media naranja, o en tener éxito, sino también en buscar amistades que duren toda la vida.
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Tú eres la base sólida a la que me aferro en los momentos en que pierdo a alguien que amo. Sois el refugio seguro al que corro cuando no puedo confiar en nadie.
Gracias, mis queridos amigos.
No habría llegado hasta aquí sin vuestra presencia. Todos vosotros sois mis ángeles de la guarda. Siempre recordaré vuestros rostros, sea cual sea la parte del mundo en la que acabe, o la situación en la que caiga. Todos vosotros sois mi principal fuente de felicidad, y mi inspiración para seguir adelante.
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Gracias, mis queridos amigos.
Se han convertido en una parte integral de mi corazón que nadie puede sustituir. Estoy agradecido por cada segundo que hemos compartido entre nosotros. No tengo ni idea de lo que nos depara el futuro, pero hay una cosa que no cambiará: no seréis olvidados.
Así que, gracias, de verdad, por todas las veces que habéis sido mi hogar.