10 formas de lidiar con las punzadas de hambre mientras se hace dieta
0 Comentarios
Autor: E.C. LaMeaux
Come, bebe y sé feliz. Nuestro cuerpo se acostumbra a un nivel de energía a través de nuestra alimentación. Cuando hacemos dieta, solemos comer muy poco. Mientras el número de la báscula se mueve hacia abajo, el cerebro está saboteando secretamente nuestros esfuerzos. Las punzadas de hambre intentan forzar la ingesta de energía a su nivel original. Nuestro cerebro, pensando que nuestro cuerpo está hambriento, se pone en modo de conservación. Su mensaje es: «Tienes que tener hambre». Aquí hay diez maneras de detener esos molestos dolores de hambre.
Desayuna
Saltar el desayuno puede generar dolores de hambre en el estómago, lo que también lleva a picar y a darse un atracón más tarde en el día. Las punzadas de hambre comienzan entre 12 y 24 horas después de la última ingesta de alimentos, y suelen ser más intensas en los jóvenes porque tienen más tono muscular que las personas mayores.
Manténgase hidratado
Se recomiendan ocho vasos de agua al día. Según la doctora Melina Jampolis, especialista en nutrición, puede ser fácil confundir las punzadas de hambre con la sed.
Ponle sabor a tus comidas y tentempiés
Controlar las punzadas de hambre enviando mensajes de «saciedad» al cerebro con aromas picantes como el jengibre, la cúrcuma, el curry, el chile en polvo y la cayena, aconseja el doctor Alan Hirsch, de la Fundación de Investigación y Tratamiento del Olfato y el Gusto de Chicago. Estos extractos de plantas también aumentan el metabolismo.
Come proteínas cada cuatro horas
Las proteínas actúan como supresores del apetito para ayudar a controlar las punzadas de hambre. Comer de dos a tres onzas de proteína desencadenó un pico de energía del 25 por ciento, aumentando el metabolismo de la grasa en un 32 por ciento, y durando hasta cuatro horas, en una investigación llevada a cabo por la Universidad de Wollongong en Australia.
Cuida tu consumo de azúcar
Los alias del azúcar son jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar moreno, miel, maltosa, edulcorantes de maíz y dextrosa. No consuma los alimentos con azúcares simples solos: asegúrese de mezclarlos con una comida para ayudar a controlar el hambre. El doctor Richards J. Johnson, de la Universidad de Florida, demostró en su investigación que la comunicación entre el tracto digestivo y el centro de saciedad del cerebro se veía interrumpida por el jarabe de maíz de alta fructosa, lo que dificultaba el control del apetito.
Ejercite regularmente
Según un estudio de 2008 publicado en la revista American Journal of Physiology: Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, cualquier forma de ejercicio aeróbico ayuda a regular el apetito para controlar las punzadas de hambre.
Aperitivos estratégicos
Las dietas para perder peso, como la Dieta de la Clínica Mayo, controlan el hambre y reducen los atracones con los aperitivos. La Dieta de la Clínica Mayo recomienda tentempiés que tengan 100 calorías o menos para mantenerse dentro de su objetivo calórico diario. La dieta también sugiere frutas, verduras, frutos secos y semillas, así como productos lácteos bajos en grasa para reducir el hambre.
Comer despacio
Un estudio de 2009 publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolismfound que comer despacio produce una mayor sensación de saciedad, lo que reduce la intensidad de las punzadas de hambre.
Mascar chicle
Mascar chicle bajo en calorías cuando sienta que le entra hambre en el estómago. Según una investigación reciente llevada a cabo por la Universidad de Rhode Island, masticar chicle antes y después de las comidas ayuda a reducir el hambre y la cantidad de calorías que se ingieren.
Los dolores de estómago pueden no estar relacionados con el hambre
Si las punzadas de hambre no desaparecen al consumir alimentos y bebidas, busque atención médica inmediatamente. El dolor puede estar causado por algún trastorno gastrointestinal que se encuentra en las primeras fases, y dichos trastornos pueden aislarse y tratarse si se detectan a tiempo.