Las serpientes tienen mala vista, pero pueden potenciar su visión si se ven amenazadas
Las serpientes tienen una vista infame, por lo que recurren a sacar la lengua todo el tiempo para percibir su entorno. Pero estas criaturas pueden tener una forma de mejorar su visión en caso de apuro.
Al menos en el caso de una especie de serpiente, cuando la degolladora se siente amenazada, controla el flujo sanguíneo hacia sus ojos para asegurarse de que su vista no se vea obstruida, según ha descubierto un nuevo estudio.
La investigación se centró en la serpiente coachwhip (Masticophis flagellum), una especie delgada y no venenosa que se encuentra a lo largo de Estados Unidos y México y que puede variar de color entre marrón y rosa.
Al igual que el resto de serpientes y muchos otros reptiles, las serpientes de látigo no tienen párpados, sino una escama transparente llamada gafa que cubre y protege el ojo.
Mientras examinaba el ojo de una serpiente de látigo, el investigador del estudio Kevin van Doorn, de la Universidad de Waterloo (Canadá), dijo que observó una red de vasos sanguíneos en esta capa transparente de la piel.
Van Doran investigó más a fondo esta característica. Descubrió que los vasos sanguíneos se contraían y expandían en un ciclo constante mientras las serpientes descansaban para que las células sanguíneas no se acumularan frente a los ojos de los animales y oscurecieran su ya limitada visión.
Pero ante una amenaza (en este caso, un humano que se acercaba a su terrario), las serpientes abandonaron este ritmo. Contrajeron estos vasos, reduciendo el flujo sanguíneo hasta varios minutos y asegurando una claridad visual de primera en caso de que necesitaran defenderse o huir de un depredador, dijeron los investigadores. Lo contrario ocurría cuando las serpientes mudaban la piel; los vasos del anteojo permanecían dilatados, manteniendo el flujo sanguíneo continuo, lo que probablemente favorece el crecimiento celular a medida que la serpiente renueva la capa externa de su piel, según el estudio.
«Este trabajo demuestra que el patrón de flujo sanguíneo en el anteojo de las serpientes no es estático, sino dinámico», dijo van Doorn en un comunicado.
Se necesitan investigaciones futuras para investigar si este rasgo puede encontrarse en otras especies. La investigación, que contó con el apoyo del Consejo de Investigación de Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá, se detalló en el Journal of Experimental Biology.
Siga a Megan Gannon en Twitter y Google+. Síganos en @livescience, Facebook y Google+. Artículo original en LiveScience.
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