Por qué debería dejar de beber leche ahora mismo
¿Qué hay en un vaso de leche de vaca? Es posible que esperes escuchar algo al estilo del calcio, las vitaminas A y D, las proteínas y algunos otros nutrientes que creemos que son beneficiosos para el cuerpo. Pues bien, un vaso de leche también contiene proteína animal ácida que lixivia el calcio de los huesos, células de pus, hormona de crecimiento bovina, heces, antibióticos y un montón de grasas, colesterol y calorías innecesarias, todo lo cual crea un terrible desequilibrio en el cuerpo.
Por qué deberías dejar de beber leche ahora mismo (Slideshow)
Parece que somos la única especie de mamíferos que bebe leche después de la infancia, y definitivamente la única especie que bebe leche de otra especie. La leche de vaca no está diseñada para el consumo humano. Los terneros pesan unos 45 kilos al nacer y casi 8 o 10 veces más cuando son destetados. Entonces, ¿por qué los humanos sienten la necesidad de seguir bebiendo leche después de haber sido destetados de la leche materna? La composición de la leche humana es muy diferente a la de la leche de vaca, de cabra o de cualquier otro mamífero.
La leche de vaca contiene, por término medio, una cantidad de proteínas tres veces superior a la de la leche humana, lo que crea alteraciones metabólicas en los seres humanos que tienen consecuencias perjudiciales para la salud ósea, según un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology. ¿Cómo es posible que un vaso de leche tenga 300 mg de calcio? Se supone que eso es beneficioso para nuestros huesos y nuestro crecimiento, ¿verdad? Sorprendentemente, la respuesta es un rotundo no, según la Escuela de Salud Pública de Harvard. Con el tiempo, la creencia errónea de que los seres humanos deben consumir tres vasos de leche al día para mantener la salud y la fortaleza de los huesos creó el mito de la leche. Y ahora, las supuestas «verdades» sobre la leche que nos enseñaron a creer están siendo desmentidas por estudios que van desde los publicados en revistas científicas de prestigio, como el Journal of Nutrition y The American Journal of Epidemiology.
La leche se ha convertido en un fenómeno cultural. Las celebridades con el bigote blanco de la leche en los anuncios de Got Milk? sensacionalizan esta bebida. Muchos estudios científicos recientes muestran ahora una variedad de efectos perjudiciales que están directamente relacionados con el consumo de leche. Sin duda, la mayor ironía es que se cree que la leche aumenta la pérdida de calcio de nuestros huesos. ¿Cómo? Cuando los seres humanos consumen cualquier tipo de alimento rico en proteínas de origen animal, incluida la leche, el pH de nuestro cuerpo se acidifica, lo que desencadena una reacción biológica. De hecho, el calcio neutraliza el ácido en nuestro cuerpo, y la mayor parte del calcio se almacena en nuestros huesos. Cuando se ingiere proteína animal acidificada, el calcio de nuestros huesos se extrae para neutralizar los efectos de la proteína animal tóxica. Una vez que el calcio hace su trabajo de limpieza, se excreta por los riñones a través de la orina, lo que provoca un déficit de calcio.
La pasteurización y homogeneización de la leche desnaturaliza las proteínas, lo que puede dificultar su digestión por el organismo de las personas. Además, el proceso de pasteurización destruye la mayoría de las enzimas, vitaminas y minerales. Estas enzimas cruciales ayudan al proceso de digestión. Aproximadamente el 75% de la población mundial es intolerante a la lactosa. Aunque se trata de un porcentaje asombroso, sólo demuestra que los seres humanos no están destinados a consumir leche de vaca.
Las vacas reciben antibióticos y se les inyecta rBGH, una hormona de crecimiento bovina modificada genéticamente, que es una hormona sintética que fue creada para aumentar artificialmente la producción de leche. Un efecto secundario aterrador de la rBGH es el aumento del IGF-1 (factor de crecimiento de la insulina), que se ha relacionado con muchos cánceres. A las vacas se les administran habitualmente esteroides y otras hormonas para aumentar su volumen. Estas potentes hormonas sintéticas alteran el delicado equilibrio hormonal humano, provocando muchos problemas médicos. Los pesticidas tóxicos de los alimentos que ingieren las vacas también llegan a la leche, que los humanos consumen sin saberlo. Muchas vacas viven en condiciones de confinamiento e inhumanas, sin que se les permita vagar libremente y pastar la hierba verde natural que deben comer. Aunque la leche orgánica puede estar libre de antibióticos y rBGH, todos los demás atributos negativos de la leche siguen presentes.
La leche y los productos lácteos son proinflamatorios y producen mucosidad. La leche aumenta los riesgos de afecciones respiratorias y alergias. Se ha relacionado con el desarrollo de la artritis debido a que las articulaciones se inflaman. Recuerde, nuestros cuerpos no están diseñados para tolerar naturalmente la proteína derivada de los animales, y al verlos como invasores extraños, el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada para protegerse.
¿Significa eso que todos los lácteos son malos? Quiero aclarar que los lácteos cultivados o fermentados sin azúcar, como el kéfir o el yogur, son en realidad ácidos neutros. El azúcar o los edulcorantes artificiales no son aceptables y pueden ser perjudiciales para el organismo. El ghee, que es una mantequilla clarificada originaria de la India, es conocido por ser muy beneficioso para el organismo.
Considere los sustitutos de la leche como las leches de almendras, soja, arroz, coco y cáñamo. Si utiliza leche de soja, asegúrese de que no sea transgénica. Evite también los sustitutos de la leche endulzados artificialmente, ya que no son saludables para el cuerpo y pueden conducir a una serie de problemas médicos en el futuro, incluyendo la obesidad y la diabetes y las enfermedades del corazón.
No puedo concluir este artículo sin hacer referencia al fabuloso documental Forks Over Knives. Desvela y descubre la verdad de que muchas enfermedades degenerativas, cánceres, diabetes tipo 2, obesidad y enfermedades cardíacas están relacionadas con dietas ricas en proteínas animales, como las carnes y los lácteos. Es una película imprescindible que cambiará su forma de ver la dieta y le pedirá que vuelva a examinar lo que entra en su cuerpo.