¿Qué es una tarea de rendimiento? (Parte 1)

10 Abr 2015 – 7 min read

Una tarea de desempeño es cualquier actividad de aprendizaje o evaluación que pide a los estudiantes que realicen para demostrar su conocimiento, comprensión y competencia. Las tareas de desempeño dan lugar a un producto tangible y/o a un desempeño que sirve como evidencia del aprendizaje. A diferencia de un ítem de respuesta seleccionada (por ejemplo, de opción múltiple o de emparejamiento) que pide a los estudiantes que seleccionen entre las alternativas dadas, una tarea de desempeño presenta una situación que requiere que los estudiantes apliquen su aprendizaje en el contexto.

Las tareas de desempeño se utilizan rutinariamente en ciertas disciplinas, como las artes visuales y escénicas, la educación física y la tecnología profesional, donde el desempeño es el enfoque natural de la instrucción. Sin embargo, estas tareas pueden (y deben) utilizarse en todas las asignaturas y en todos los niveles de enseñanza.

Características de las tareas de rendimiento

Aunque cualquier actuación de un alumno puede considerarse una tarea de rendimiento (por ejemplo, atarse un zapato o hacer un dibujo), es útil distinguir entre la aplicación de habilidades específicas y discretas (por ejemplo, driblar una pelota de baloncesto) del verdadero rendimiento en contexto (por ejemplo, jugar al baloncesto, en el que el dribleo es una de las muchas habilidades aplicadas). Por lo tanto, cuando utilizo el término tareas de desempeño, me refiero a desempeños más complejos y auténticos.

Aquí hay siete características generales de las tareas de desempeño:

  1. Las tareas de desempeño exigen la aplicación de conocimientos y habilidades, no sólo el recuerdo o el reconocimiento.

En otras palabras, el alumno debe utilizar realmente su aprendizaje para desempeñarse. Estas tareas suelen dar lugar a un producto tangible (por ejemplo, un gráfico, una entrada en un blog) o a un rendimiento (por ejemplo, una presentación oral, un debate) que sirven como prueba de su comprensión y competencia.

2. Las tareas de rendimiento son abiertas y, por lo general, no dan lugar a una única respuesta correcta.

A diferencia de los ítems de respuesta seleccionada o de los ítems breves de respuesta construida que buscan una respuesta «correcta», las tareas de rendimiento son abiertas. Por lo tanto, puede haber diferentes respuestas a la tarea que sigan cumpliendo los criterios de éxito. Estas tareas también son abiertas en términos de proceso; es decir, normalmente no hay una única manera de realizar la tarea.

3. Las tareas de desempeño establecen contextos novedosos y auténticos para el desempeño.

Estas tareas presentan condiciones y restricciones realistas para que los estudiantes se desenvuelvan. Por ejemplo, una tarea de matemáticas presentaría a los estudiantes un problema nunca antes visto que no puede resolverse simplemente «introduciendo» números en un algoritmo memorizado. En una tarea auténtica, los alumnos deben tener en cuenta los objetivos, el público, los obstáculos y las opciones para conseguir un producto o una actuación satisfactorios. Las tareas auténticas tienen un beneficio adicional: transmiten propósito y relevancia a los estudiantes, ayudando a los alumnos a ver una razón para esforzarse en la preparación de las mismas.

4. Las tareas de desempeño proporcionan evidencia de la comprensión a través de la transferencia.

La comprensión se revela cuando los estudiantes pueden transferir su aprendizaje a situaciones nuevas y «desordenadas». Nótese que no todas las actuaciones requieren transferencia. Por ejemplo, tocar un instrumento musical siguiendo las notas o dirigir un laboratorio de ciencias paso a paso requieren una transferencia mínima. Por el contrario, las tareas de rendimiento ricas son abiertas y requieren un «pensamiento de orden superior» y la aplicación reflexiva de los conocimientos y las habilidades en un contexto, en lugar de una actuación con un guión o una fórmula.

5. Las tareas de rendimiento son multifacéticas.

A diferencia de los «ítems» tradicionales de los exámenes que suelen evaluar una sola habilidad o hecho, las tareas de rendimiento son más complejas. Implican múltiples pasos y, por lo tanto, pueden utilizarse para evaluar varios estándares o resultados.

6. Las tareas de rendimiento pueden integrar dos o más asignaturas, así como las habilidades del siglo XXI.

En el mundo más amplio, más allá de la escuela, la mayoría de las cuestiones y problemas no se presentan claramente dentro de los «silos» de las asignaturas. Aunque las tareas de rendimiento pueden ser ciertamente específicas de un contenido (por ejemplo, matemáticas, ciencias, estudios sociales), también proporcionan un vehículo para integrar dos o más asignaturas y/o entrelazar las habilidades del siglo XXI y los hábitos mentales. Una forma natural de integrar las asignaturas es incluir un componente de lectura, investigación y/o comunicación (por ejemplo, escritura, gráficos, presentación oral o tecnológica) a las tareas en áreas de contenido como estudios sociales, ciencias, salud, negocios, salud/educación física. Tales tareas animan a los estudiantes a ver el aprendizaje significativo como algo integrado, en lugar de algo que ocurre en asignaturas y segmentos aislados.

7. Las actuaciones en las tareas abiertas se evalúan con criterios y rúbricas establecidos.

Dado que estas tareas no dan una respuesta única, los productos y actuaciones de los estudiantes deben juzgarse con criterios apropiados alineados con los objetivos que se evalúan. Unos criterios claramente definidos y alineados permiten una evaluación defendible y basada en el juicio. Se utilizan rúbricas de puntuación más detalladas, basadas en criterios, para perfilar distintos niveles de comprensión y competencia.

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